CUENTOS DE OSHO
De la tentación que suponen los poderes espirituales
Un hombre vino a
Lin Chi y dijo:
-Mi maestro es un
gran psíquico. ¿Qué me dices del tuyo?¿qué puede hacer tu maestro?¿qué
milagros?
-Qué milagros ha
estado haciendo tu maestro? –preguntó Lin Chi.
El discípulo dijo:
-Un día me dijo
que fuera a la orilla del río y estuviera allí con un papel en la mano. El río
era muy ancho, más de un kilómetro. Él estaba de pie en la otra orilla; desde
allí empezó a escribir con una pluma, y su escritura se plasmó en el papel que
yo sostenía. Esto lo he visto con mis propios ojos, ¡soy testigo de ello! ¿qué
puede hacer tu maestro?
-Cuando tiene
hambre, come; cuando tiene sueño, duerme. Dijo Lin Chi
-¿De qué me estás
hablando? –dijo el hombre- ¿Y a eso le llamas milagro?¡Todo el mundo lo hace!
Lin Chi continuó:
-No, nadie lo
hace. Cuando duermes haces otras mil cosas. Cuando comes, estás pensando en
otras mil cosas. Cuando mi maestro duerme, simplemente duerme; no da vueltas ni
se agita, ni siquiera sueña. En ese momento solo existe el sueño, nada más. Y
cuando tiene hambre come. Siempre está donde está. ¿Para qué sirve escribir de
una orilla a la otra? Eso es algoque interesaría a personas muy estúpidas ¿Por
qué lo hace?
Alguien fue a
Ramakrishna y le dijo:
-Mi maestro es un
gran hombre. Puede caminar sobre el agua.
-¡Eso es estúpido!
–dijo Ramakrishna- Yo puedo ir al barquero y por dos peniques me cruza a la
otra orilla. Tu maestro es un loco. Ve y dile que no pierda su vida. Eso es
algo que se puede hacer con toda facilidad.
Pero la mente
siempre está deseando. La mente no es más que deseo, anhelo de que ocurra algo.
A veces piensa en el dinero, en tener más dinero, una casa más grande, en ser
más respetable, en tener más poder político.
Después uno gira
hacia la espiritualidad y la mente sigue siendo la misma. Ahora uno quiere más
poderes psíquicos: telepatía, clarividencia y todo tipo de tonterías. Pero la
mente sigue siendo la misma, quieres más. El mismo juego continúa…
Ahora se trata de
telepatía, clarividencia o poderes psíquicos: “Si puedes hacer tal cosa, yo
puedo hacer más. Puedo leer la mente de la gente a mil kilómetros de distancia”.
La vida en sí
misma es un milagro, pero el ego no está dispuesto a aceptarlo. Quiere hacer
algo especial, algo que nadie más haga, algo extraordinario.
Juego
de la Transformación de OSHO
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